El primer ministro británico, Boris Johnson, fue acusado el martes de distorsionar la realidad tras dar a entender que la negligencia de algunas residencias de ancianos contribuyó a propagar la covid-19 en esas instituciones con numerosos muertos por la enfermedad.
"Descubrimos que demasiadas residencias no siguieron realmente los procedimientos de la manera en que podrían haberlo hecho", dijo en una entrevista el lunes el líder conservador.
Esto provocó indignación en el Reino Unido, el país más de Europa más castigado por el coronavirus, con más de 44.000 muertes confirmadas y 54.000 si es incluyen los casos sospechosos.
De estos, 14.852 se registraron en residencias de la tercera edad en Inglaterra y Gales, según las cifras publicadas el martes por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
El comentario de Johnson "fue torpe y cobarde en el mejor de los casos", denunció indignado Mark Adams, director de la organización Community Integrated Care, en declaraciones a la radio pública BBC.
"Si este es realmente su punto de vista, creo que casi estamos entrando en una realidad alternativa kafkiana donde el gobierno establece las reglas, nosotros las seguimos, a ellos no les gusta el resultado, entonces niegan haber marcado reglas y culpan a la gente que se esforzaba por hacer todo los posible", afirmó.
También Vic Rayner, directora del National Care Home Forum, se quejó de estos comentarios "totalmente inapropiados" y denunció que las residencias de ancianos británicas tuvieron que "tratar con una extraordinaria cantidad de reglas diferentes provenientes del gobierno casi a diario".
El ministro de Empresa, Alok Sharma, trató de acudir en ayuda de Johnson al afirmar que este no estaba "culpando a las residencias de ancianos".
"Lo que el primer ministro señalaba era que nadie sabía cuáles eran los procedimientos correctos, porque sabemos que la extensión de los casos asintomáticos no se conocía en ese momento", dijo a la BBC.
Criticado por su gestión de la crisis sanitaria, el gobierno británico fue acusado de no reaccionar a tiempo para proteger a los empleados y residentes de los hogares de ancianos.
Al comienzo de la pandemia, representes del sector alertaron sobre la falta de equipos de protección y del retorno a veces prematuro a sus establecimientos de los pacientes con covid-19 que salían del hospital.